7.12.11


Si se dejara a las mujeres conducir los actos eróticos, estos serían pausados, lentos, delicados, ya que el mundo de sensaciones recorre la piel por todos sus recovecos, busca la mirada para encontrar el alma del amante, es una experiencia de sensibilidad que se capta recorriendo la piel con las yemas, e
incluso crea una atmósfera mágica, al expresar esa belleza estética desde la preparación de la comida, o crear un espacio agradable, ya sea a través de una tenue luz de velas o al usar ungüentos, lociones, cremas, sustancias que al recorrer la piel, permite que esta se llene de delicias eróticas que pueden
incluso conducir al éxtasis. Si además, la experiencia erótica la atraviesa lo sagrado, poniéndose en comunión con las fuerzas del cosmos, entonces

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