26.1.12


Entras en mi ser con la fuerza de un huracán, y si en cambio Tu tono de voz es dulce, Tus gestos son suaves, tus mirada penetrante, y yo solo deseo entregarme.
No hay dudas cuando Te miro, me clavo en Tus ojos y sigo Tus deseos con la ilusión de complacerte, me besas y una y otra vez, me acaricias y me estremezco de arriba abajo.
Pero cuando más me humedezco es cuando me das la mano y me dirijo al pasamano de la escalera.
A Tu lado todo tiene un significado, y ese pasamano, ese león, lo abrazo fuerte mente con mis manos, porque ese fue Tu deseo la primera vez.
Veo como te sacas la correa y la doblas, me besas y me pides que me ponga en posición, que los respire que serán Tres... El primero llega y se funde en mis nalgas, es seco y duro, corta mi aliento, el segundo es tan duro o más que el primero, empiezan asomar mis lágrimas, el tercero me desborda y me encojo, estoces me abrazas y me come la boca, para poder absolver el dolor de mis extrañas.
Unidos por el dolor y placer…

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