1.11.13

Aún recuerdo ese instante en el que nos aproximamos tanto que ya no pudimos retroceder… Y entonces sentí un suave aroma en mis labios, era cálido y sinuoso, eran labios tibios que cubrían el frío de la noche... y sus manos que entraban por el pantalón encumbrando mi sexo por entre las telas ... eran manos húmedas y mágicas... eran las manos de una sirena que hacía soñar con las profundas olas de deseo que guardaba el mar... Y sus labios bajaron a mi cintura, el pantalón abierto y esos labios que seguían entibiándolo todo...

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